Hace unos momentos comentaba con un compañero la semejanza visual que existe entre los dos grandes periódicos españoles, ELPAÍS y EL MUNDO. A menudo me pasa que determinada noticia no se en cuál de los dos la leí, tampoco importa mucho porque un 90% de las noticias son iguales, las escriben las agencias.
En Internet la carrera que se disputa es contar lo mismo pero más rápido que la competencia. Gana el que tiene mejores sistemas de alerta, el que está más tiempo sin levantarse a orinar ni a comer un donut mirando la pantalla por donde entra los teletipos de agencia y el que es capaz de picarse el texto más rápido en su CMS.
Eso hace que casi todos los días me salte en mi TwitterFox la misma noticia publicada casi simultaneamente por varios medios. En España hay unos cientos de periodistas dedicados a copiar y pegar las mismas noticias, cambiar algún artículo o verbo y darle al botón de publicar para que su sea más rápido que el resto.
El día que los usuarios descubran masivamente la trampa y vayan directamente a agregadores de noticias donde es más rápido y fiable encontrar la última hora, alguien tendrá un problema en sus negocios.

Desde hace unas semanas estamos volviendo a vivir una situación que ya nos tocó hace unos 6 años: la gratuidad de la red se acaba.

Siguiendo la estela de The economist, que hace unos días anunció que cerrará su edición web, por nuestro país se empieza a percibir un cierto lobby interesado en imponer la necesidad de modelos de pago en Internet.
La primera piedra de este gran muro del pago por contenidos la puso ELPAIS.com cuando, sin el menor sonrojo, preguntó a sus usuarios si «estarían dispuestos a pagar por contenidos de calidad en la Red«. La pregunta no puede estar peor formulada y los resultados no pueden ser más concluyentes; nadie quiere pagar por algo que encontrará gratis en otro sitio ni en la Red ni en su comunidad de vecinos «¿estaría dispuesto a pagar por el folleto del Mediamarkt?».

Dejo algunas ideas para la reflexión.

1.Hay algunos deseando que los medios se pasen al pago.

Cuando ELPAIS.es cerró su edición en el 2003 una gran parte de su audiencia se pasó a elmundo.es buscando un sustitutivo de eso que le ofrecía su medio, la información de última hora. Años después esa audiencia todavía no ha vuelto.
Si ahora la fórmula de pago por contenidos la aplican varios medios nacionales, habrá otros medios de reciente creación, nativos digitales y blogs que con estructuras menos costosas estarán deseando acoger a esos lectores que no están dispuestos a pagar.

2.Se puede vivir sólo de la publicidad.

Una gran mentira que está circulando por la red es que los medios financiados únicamente con publicidad no pueden perdurar. Grandes soportes financiados únicamente con publicidad como la radio y la televisión llevan ya unos años y parece que la cosa no les va mal.
Es más, intentos de pago por contenidos como Digital+ parecen que no son buen ejemplo a la hora de plantear ese debate a la red.

3.Los anunciante irán a otros sitios.

Cuando los medios echen el candado parece lógico pensar que reducirán considerablemente su volumen de tráfico. Los anunciantes que hasta ahora pagaban por unos espacios y unos impactos van a necesitar buscar otros soportes para llegar al público. ¿dónde estará ahora el tráfico? parece claro que las redes sociales y los medios nativos digitales van a acaparar gran parte de ese tráfico y por tanto de ese dinero.

4. ¿Qué son los contenidos de calidad?
Esta es la gran pregunta. Si contenidos de calidad son teletipos copypasteados de agencia que aparecen iguales en todos los medios o información de última hora que se oye en la radio o se ve en el teletexto, no se molesten en insultar a nuestra inteligencia, esto no va a funcionar.

Y para terminar una reflexión de mi amigo Ramón Salaverría que ha enunciado en su blog una teoría muy curiosa y creo que acertada:

El número de iniciativas para implantar contenidos de pago en medios digitales es inversamente proporcional a la evolución del PIB en los países occidentales.

Me entero que Isabel San Sebastián tiene un programa de debate en Popular TV y que hace unos días lo centró en el futuro de los periódicos en papel. Se llevó a cuatro expertos como Fernando Jáuregui, Baltasar Magro, Alfonso Rojo y Jesús Pascual. Tanto Jáuregui como Rojo son dos tipos que saben bastante de Internet y con mayor o menor éxito tienen sus inventos online. La moderadora odia Internet, se le nota a la legua, sólo le preocupa que copien y peguen sus artículos en blogs o en foros. Los otros dos no saben ni por donde les el aire.

Como el vídeo es largo, extraigo algunos titulares indispensables:

-La forma de lectura de un periódico es más cómoda que la de Internet.
-Alguien tiene que ordenar el ruido que anda por Internet y tiene que se el periodista.
-La edad media del lector de prensa papel está en 50 años.
-Que existan 6 periódicos nacionales es sinónimo de pluralidad.
-Hay que distinguir entre medios de comunicación y otras cosas.
-Internet no es un medio, es un soporte de medios que tiene prensa, tiene radio…
-En la prensa de papel no existe el insulto.
-Hay mucho no periodista que va de periodista.

La frase completa es: «Lo único que puede acabar con el periodismo es el mal periodismo». No lo digo yo sino Piergaetano Marchetti, más conocido como Profesor Marchetti, presidente de RCS Mediagrup, máximo accionista de Unidad Editorial. En una entrevista que aparece hoy en elmundo.es reflexiona sobre la cmpañía que preside, los recientes cambios directivos y el impacto de Internet en el negocio de RCS.

P.- Sólo durante el mes de marzo los usuarios de Il Corriere online aumentaron en un 15%, mientras que elmundo.es es el primer diario digital en castellano ¿Qué importancia estratégica tiene Internet para RCS?
R.– Representa la nueva frontera editorial, un terreno sin límites en el que, sin embargo, no hay que cabalgar de modo arriesgado. Los diferenciales positivos que cada mes acompañan los datos de la versión online del Corriere y EL MUNDO (sin olvidarnos de sus cabeceras hermanas deportivas, ‘Gazzetta.it‘ y ‘Marca.com‘) son simplemente impresionantes. Crecen de forma extraordinaria los usuarios únicos, las horas de navegación, las páginas vistas. Y también la publicidad sube constantemente. Desde luego es necesario acompañar este viaje pionero con la solidez de los sectores existentes, estudiar formas de integración, proponer nuevos servicios a través de otros soportes tecnológicos. Nosotros hemos apostado por la televisión, el móvil, intenet y la radio. Sí, podemos decir que gracias a la red somos un auténtico Grupo editorial multimedia a nivel global.

Y como gran titular el que encabeza este post y el propio artículo: ‘Lo único que puede acabar con el periodismo es el mal periodismo’. Entonces ¿el peligro para el papel no es Internet?, resulta que lo de la implosión va a ser verdad.