Desde que Spotify cambió su portada eliminando las novedades sustituyéndolas por una suerte de recomendaciones basadas en la música que escuchas aparecen combinaciones de lo más curiosas.

Quizá una de las más extrañas que he encontrado en los últimos meses es esta que me sugiere los chistes de Eugenio por haber escuchado a La Casa Azul

La extraña relación entre La casa Azul y Eugenio

Casualmente el mismo día que el consejo de ministros aprueba «La ley de economía sostenible» que permitirá el cierre de webs de descargas con un mínimo proceso administrativo y judicial, el mismo día también se aprueba el «Registro Civil único». Este último descargará de trabajo a los jueces y permitirá que los trámites de registro o los certificados se puedan realizar a través de Internet. Además desaparece el «Libro de Familia», un documento tan poco interesante que no tiene ni entrada en Wikipedia a pesar de sus 50 años de historia.

Y digo yo, ¿no habrá una maniobra oculta para que el tiempo que la justicia invertía en expedir Libros de Familia ahora lo empleen en cerrar webs de descargas? ¿se manifestarán los fabricante de Libros de Familia ante el ministerio para pedir ayudas por el fin de su sector?

He tenido pocos acercamiento al mundo de los registros civiles. Recuerdo que, hace unos años, cuando tuve que inscribir a mi hija en el registro civil de Madrid de la calle Pradillo, la funcionaria que me atendió se esmeró sobremanera en la escritura que realizó en el libro. Si tenéis oportunidad echad un vistazo a los libros de familia que haya en vuestras casas y comprobaréis que todos están escritos con una caligrafía correctísima. Alguien debería crear una tipografía «family book font» para usar en estos fríos documentos que vamos a usar a partir de ahora.

Es una pena que nadie le preguntara hace unos meses a Luis Eduardo Aute por el fin del libro de familia porque seguro que hubiera acertado con su visión apocalíptica de los soportes. De la misma forma que esos papelitos unidos por una grapa y con una cubierta oscura ya son historia y no pasa nada porque el valor es lo que contienen y no el soporte, la música no desaparecerá por el fin del CD. Le pasa como a nuestra cabeza, lo importante es lo que va dentro.

Casualidades, de Miqui Puig (2004)

Hay algunas cosas que considero verdades universales, que a nadie le gusta la comida de los aviones o que Ramoncín no cae bién son dos de ellas.
La última salida de madre de uno de los mayores vividores de la sociedad artística española ha sido lograr el cierre del canal de Youtube de El Jueves, una revista que probablemente el rey del pollo frito compraba y leía en sus años de rockero malo maloso.
David Bravo analiza en su blog cómo Ramoncín ha contratado un gabinete que ofrece servicios tales como el «Control y la gestión de reputación» para proteger su imagen en la red.
¿Por qué la gente se gasta el dinero en estas estupideces?

Los fieras de Red Points, que es como se llama el gabinete, tienen una llamada a un png de 7507 x 3267 pixels y que pesa 1MB…si no lo crees pincha aquí. ¿Tú te fiarías de alguien que hace eso? Yo no.

Hoy se celebran los 20 años de la caída del muro de Berlín, un número como otro cualquiera pero que como es múltiplo de 10 ya mola más que el 19. Imagino que es lógico que siempre que oigo hablar de «El Muro» se me venga a la cabeza la canción de Pink Floyd The Wall, seguro que a mucha gente le pasa lo mismo. Pero la siguiente asociación seguro que no es tan común: una versión de un grupo burgalés de los años 80, Los del Páramo, que versiona, y destroza, de la forma más cafre que puedas imaginar el temazo de Pink Floyd.

Es lógico que Tomás Fernando Flores no lo haya incluído en su playlist de El Muro de Berlín

Hasta ahora la mayoría de los medios tenían una comunicación dispersa en sus diferentes soportes, pero parece que los grandes grupos están apostando por transmitir su identidad a públicos cada vez más alejados tanto geográficamente como demográficamente. Dentro de no muchos años el valor de la marca será lo que valga su cabecera digital ya que su versión analógica, que seguirá existiendo, apenas será reconocida. Para los nuevos públicos jóvenes el prestigio, influencia y seriedad que aportan las cabeceras tradicionales no significa casi nada, su mirada está en lo que pasa en Internet y a menudo sus referentes son otros medios o plataformas que no vienen del mundo físico.

Y esto pasa mientras las empresas informativas siguen mirando hacia otro lado o haciendo mínimos gestos que tienen más de campañas de promoción globales que de convencimiento real de que esta batalla se juega en la red.

Al hilo de todo esto EL PAÍS acaba de lanzar una campaña, que yo de momento sólo he visto en Internet, con el mensaje «El País está donde estás tu«, el vídeo presentación de los puertoriqueños Calle 13 creo que es pegadizo y marca una línea de actuación diferente a la del resto de cabeceras

Después de los fiascos de los últimos años en las candidaturas de los artistas españoles en Eurovisión, la democracia ha llegado al concurso musical por antonomasia de las televisiones europeas. La siempre cuestionada fórmula de selección del representante patrio, aprovechará este año todo el potencial de las redes sociales para elegir al artista que llevará el nombre de España el 24 de mayo en Belgrado.

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