Hoy está siendo un día muy triste.
A las siete y media de la mañana me ha llamado Natalia para decirme que había muerto nuestro amigo Cosme en accidente de tráfico.

Este es mi homenaje para un gran periodista y un mejor amigo.

Nunca te olvidaremos

MARCA.com
Muchos ya lo sabéis pero para otros será una novedad. Hace unas semanas dejé de trabajar en PrisaCom y dentro de pocos días me incorporo al Grupo Recoletos en el área de diseño web de MARCA.com.

Han sido algo más de 4 años y medio trabajando en el Grupo PRISA, y el cambio me llega en un momento en el que las vacas gordas parecen que habían llegado definitivamente a PrisaCom. Allí he «sufrido» varios lanzamientos de medios(2 versiones de elpais.com, los40, cadenaser, cuatro, as) con el trabajo y la dedicación que ello conlleva; han sido tiempos de diversión, de risas, de dimes y diretes, de malos rollos (los menos) y sobre todo de disfrutar con Internet 24 horas al día en un equipo de gente que sabe mucho de esto.
Con una sensación agridulce, por los compañeros y amigos que dejo en el Edificio Apot y por los proyectos que se quedan a medias y que otros terminarán, empiezo con mucha ilusión en mi nuevo destino, con la intención de que los usuarios se informen, disfruten y participen en MARCA.com.

Un abrazo a todos los que habéis trabajado conmigo (lo que siento por cada uno lo sabéis de sobra ;-)) y espero que me sigáis la pista através de este blog.

Hace no demasiado me acaban de llamar para decirme que mi abuelo Juan había muerto.
Tenía 93 años y desde hace unos meses había empeorado mucho físicamente. Siempre ha sido una persona tranquila, callada y, como buen militar, a las órdenes de mi abuela. Lo recordaré en su Simca 1200 azul metalizado yendo a cavar la huerta de su pueblo. Como la gente de antes no era amigo de mucho hablar pero en más de una ocasión nos entretuvo con sus historias de la guerra; historias de las de verdad, nada de memoria histórica, su caminata hasta Rusia con la División Azul y sus años en el parque de Artillería de Burgos.
Ayer, día de Navidad, estuvimos viéndole en la residencia donde vivía.Su último gesto con la mano diciéndole adiós a su biznieta Claudia nos animó a todos sobre su estado físico pero no ha sido así.

Hasta pronto abuelo.

Leo en CincoDías una interesante columna sobre «Cómo retener a los empleados», copio, pego y destaco en rojo las cosas de las que más de uno adolece.

Queda lejos el tiempo en que las empresas contrataban a un empleado a los 21 años y lo mantenían hasta su jubilación, y los trabajadores deseaban quedarse en la compañía para siempre. Ese estilo de vida se ha ido perdiendo desde hace décadas. Cambiar dos o tres veces de empleo puede ser bueno para forjar una carrera, pero no lo es para las empresas.
Cada vez que una persona talentosa y productiva se marcha, se lleva con ella entrenamiento y experiencia. Por ello, las empresas deberían tener fuertes mecanismos de retención; lo que no sucede en muchos casos. Y no estamos hablando de programas de compensación. Lo que más ayuda a conservar un empleado es un buen sueldo. Es algo básico. Pero hay algo más.
Perder a alguno de los 20 mejores empleados debe considerarse un pecado en la organización. Eso obliga a las compañías a contar con sistemas de evaluación rigurosa. Así sabrán exactamente quienes son los mejores, y podrán recompensarlos de manera adecuada.
También hace falta que los dirigentes de los distintas niveles contagien entusiasmo. Deben explicar al equipo la importancia de su misión, y hablar con frecuencia con cada empleado de calidad acerca de su camino de éxito individual.
Pero lo más importante para que un empleado no se vaya es el éxito de la empresa, basado en las ganancias, el crecimiento y la oportunidad.

Esas tres pequeñas razones explican que muchos buenos empleados no abandonaran IBM en los años setenta, o Microsoft en los ochenta, o Google en la actualidad. Tal vez su compañía no tenga tanto éxito como estas, pero cada vez que usted haga notar los progresos, sus trabajadores, irán bajándose del tren de los cambios y quedándose.