Leo vía 233grados una entrada en el blog colaborativo de Pablo Mancini, periodista y gerente de interactivos en El Comercio de Perú.
Mancini dice que hay dos tipos de periodistas web, los verdaderamente amphibios y los que desearían trabajar en un soporte tradicional pero no encuentran trabajo y por eso hacen web.
Muchas veces he tenido la sensación de estar rodeado de periodistas que desearían que su madre leyera sus noticias en papel o les viera por la tele.
Periodistas web obsesionados con firmar sus textos o con que salga su foto.
Periodistas web que miran con admiración a su vecinos del papel porque tienen su hueco para rellenar durante toda la tarde y sin valorar que ellos tienen infinidad de huecos para hacer todo lo que quieran.
Periodistas web que se tienen que guardar exclusivas para no «pisar a el papel», que trabajan con el freno de mano puesto, que no pueden usar una magnífica fotografía porque «mañana va en portada en el papel» (aunque sea de Reuters).
Me quedo con esta frase de Mancini:
«Se los reconoce al instante, como también es fácil detectar a quienes se consideran de paso por un online…»
¿de paso a dónde? ¿tendrán a donde ir o deberán obligatoriamente que enamorarse de la red?