Me dedico al diseño web desde hace casi 15 años. De mis manos, y de las de la gente que ha trabajado conmigo, han salido decenas de webs que, con mayor o menos éxito, han sido creados para comunicar, comprar, informar… Alguno de ellos lo han visitado, sólo en una mañana, más personas que los espectadores que ven las películas subvencionadas en un año.

Mi trabajo se puede copiar de forma relativamente sencilla tanto en el código como en lo visual; con un golpe de ratón en el navegador puedes ver el código que ha llevado días escribir y utilizarlo para hacer otro web. No descubro nada si digo que a mi, al igual que a muchos otros compañeros, alguna vez nos han fusilado un diseño. ¿Algún problema? Pues no.

Detrás de mi trabajo hay una industria que genera beneficios y tiene un modelo de negocio que hace que me puedan seguir pagando por lo que hago a pesar de que en cualquier momento mi creación se pueda copiar. Eso es algo que desde que nació la red siempre ha sido así y que me temo que no va a cambiar. Además a los que trabajamos en ella nos gusta que así sea porque creemos que de esa forma todos aprendemos de todos y mejoramos enormemente nuestros productos y con ello las empresas que nos contratan.

A pesar de todo esto, el Gobierno entiende que los que trabajamos en Internet no somos creadores y los únicos reconocidos como tales son los de industrias como la del cine o la música, y a ellos hay que modificarles las leyes para que estas se adapten a sus obsoletos modelos de negocio.

Al margen de mi opinión sobre la Ley Sinde, que se acaba de aprobar, creo que lo realmente grave es que el Gobierno y la oposición cedan a los intereses de los supuestos creadores. Un grupo que engloba únicamente a algunas de las industrias que no están sabiendo adaptarse al universo digital y que pretenden algo imposible, que el universo digital se adapte a ellos.

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  • Anonymous

    ¿El diseño web es un arte equiparable a la industria de la música o el cine?
    ¿Has vendido alguna entrada para que la gente entre en un teatro a verte picar código?
    ¿Hay una hoja de estilos tuya en algún museo?
    ¿Has vendido una web de comercio online grabada en un DVD para que la gente la disfrute en su casa?

    Me hace mucha gracia que cada uno se equipare a las leyes de otros. El pescadero ofendido también quiere que se le paguen derechos de autor por el rape que ha limpiado, que por lo tanto ha «creado».
    De verdad creo que deberías reflexionar un poquito más a fondo, artista.

  • http://www.blogger.com/profile/08896808318316332533 kremaster

    Al anónimo del comentario anterior. Si tú solo entiendes por creación artistica a la que tiene detrás un modelo de negocio basado en la copia de pago o en la exhibición creo que estás bastante desenfocado.

    No puedes negar que detras del diseño, grafico, web o indutrial hay un proceso de creación con una componente artística y eso poco tiene que ver con el ejemplo que pones del pescatero. Lo que critico en mi post es que sólo los creadores de negocios basados en la distribución de copias y con modelos de negocio que están demostrando ser poco viables en el futuro son los que se tomen en cuenta.

    Internet es una industria y el diseño web una parte de ella, si no funcionan los productos que hacemos a mi me pondrán en la calle. La industria del cine español no funciona y aún así el Gobierno decide seguir apoyándola con mis impuestos enarbolando la bandera del valor artístico y cultural.

    ¿Te parece suficiente reflexión?

  • http://www.blogger.com/profile/01569294771990446420 kingu

    Si no se pagara por ver «La gioconda», incluso si no estuviera en un museo, no seria arte 😛

  • http://www.blogger.com/profile/14209566813239426848 Cesar

    A «anónimo»: El punto de partida de la Ley no es la protección del arte y los artistas. De hecho, podríamos discutir largo y tendido sobre qué es el arte y si mucha de la pintura, escultura, música … del siglo XX y XXI es o no arten – pero eso es otra discusión.
    Lo que se supone quiere proteger la Ley no es el ARTE, sino la Propiedad Intelectual, que es un concepto bien distinto. Y en el ámbito de la creación y la propiedad intelectual, cabe casi cualquier cosa que nos permitan registrar, desde patentes para la fabricación de elementos de tecnología, hasta obras musicales o cinematográficas de buena, media o pésima calidad.
    Pero también pueden caber otras cosas bien distintas, desde la fórmula de la Coca Cola, hasta la tortilla deconstruida de Ferrán Adriá, pasando por procesos industriales para deshuesar aceitunas y rellenarlas de anchoas… por lo que el ejemplo que ponías del pescadero, SI podría estar sujeto a protección si descubre una forma novedosa, eficiente… de pelar el rape, y se lo permiten registrar en la Oficina de Patentes.
    Por el mismo motivo, todo lo que tiene que ver con el desarrollo software, incluido el diseño de las aplicaciones, SI está sujeto a la ley de Protección Intelectual, aunque a los políticos se les pueda olvidar protegerlo, y a los diseñadores registrarlos.
    En cualquier caso, basta con pasear por cualquier Web de cualquier empresa para ver una notita de copyright, lo que significa que si la Empresa B decide copiar flagrantemente el diseño Web de la Empresa B, es susceptible de meterse en juicios…

    Esto mismo aplica a todo el software «libre», y a una ingente cantidad de contenidos e imágenes distribuidas a través de la Web mediante licencias Open, o CC: si las quieres para uso personal, no suele haber problema, pero no te puedes apropiar de las mismas, quitarles el copyright – o copy left – y decir que son tuyas