Bush, con la cara arañada luego de caerse de la bicicleta
Como ya ocurrió hace tiempo con el incidente de las galletas, los elementos están a favor de Bush y parece que resiste, cual Armada Invencible, contra los ataques deportivo-gastronómicos de los pequeños enemigos domésticos que le rodean. Cuidado con las bibicletas de destrucción masiva.